jueves, 19 de mayo de 2011

EL MUNDO ME HUELE

   Oí por ahí a alguno diciendo que el mundo le duele. Bueno, a mí nunca me pasó algo semejante. Debe ser jodido eso de que te duela el mundo. Qué se yo, a mí me duelen los pies, me duelen las muelas, me duele el orgullo. El alma no, porque no tengo. Me duele el hígado, me duelen los riñones, me duele la espalda, las cervicales, la cintura, las rodillas, la cabeza, las uñas…¡hasta los callos me duelen!. La verdad, agarraría una soga, me subiría a un banquito, y me ahorcaría ahora mismo. Pero no quiero que me duela el cuello. Es lo único sanito que me queda. Y el bulto. Aunque en ocasiones, debo confesar que… A veces, eh, no siempre. En ocasiones… En muy pocas ocasiones.  Bueno, en más de una oportunidad… Bastante seguido me duele el bulto! Ya está, lo dije, ¿están contentos? ¡El bulto me duele! Jah! Y encima me río, no, si soy uno yo. Digo, que soy uno, John. Con ser un John me alcanza y sobra. Mirá si tuviera un clon. Un clon de John. Con versito y todo. Bueh, ¿en qué estábamos? Ah, sí. En que a mí no hay mundo que me duela. Sin embargo, luego de mucho andar, y guiado por cómo frunce el ceño la gente al verme llegar. Y de advertir cómo se cruzan de vereda, cómo me evitan en las colas del supermercado, cómo se vacían los cines cuando ingreso, cómo incendian los barrios que visito… Después de todas estas pequeñas pistas, de estos nimios detalles. He llegado a una conclusión: El mundo me huele.
   Habrá que lavarse el bulto más seguido.






EL MURO ME HUELE


John Travulto: El mundo me huele 
Maria Fernanda Canelon: Qué te esta oliendo el mundo?
Mariano Dilatado: Las axilas holandesas
Maria Fernanda Canelon: A mi su "nombre me sabe".
John Travulto: A hierba?
Maria Fernanda Canelon: No, a mierda.
Mariano Dilatado:  Ah no!
Maria Fernanda Canelon: Dije mierda, no ano.
John Travulto:  Mi nombre le sabe a mierda de la que crece en el ano?
Maria Fernanda Canelon: No! Su nombre no Travulto! El de Dilatado. Sabe a Mar.
John Travulto:  i a ano
Maria Fernanda Canelon: Habrá que lavar el ano en el mar.
John Travulto:  Si lavo el ano en el mar tengo que tener cuidado con la raya
Maria Fernanda Canelon: Y sí, se le va a llenar de arena. Cubra la raya con una manta, Travulto.
Flor de Cagno: Algo huele mal en Travultarca, digo....Dinavulto...ehh, DINAMARCA!
John Travulto:  Dinamerca??
Flor de Cagno: ¡Damemerca!
John Travulto:  Ya lo decía Sandro primero que nadies: Damemerca dame dame merca, damemerca dame dame merca.
Mariano Dilatado: La raya… La merca… No sé si el mundo lo huele, pero usted se la aspira toda, Travulto.



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